El Congreso del PJ eligió ayer una junta electoral de cara a las internas en mayo próximo de autoridades partidarias, dio marcha atrás en una reforma a la Carta Orgánica y frustró una jugada kirchnerista para que diputados y senadores nacionales del Frente para la Victoria rechacen cualquier proyecto del gobierno contra la ley cerrojo y el pago soberano en el marco de la negociación con los holdouts.

En el encuentro se aprobó por unanimidad la única lista presentada para conformar la junta electoral, donde se vio representada la mayoría de los grupos internos, pero sin presencia de la agrupación K La Cámpora.

De la reunión participaron Daniel Scioli, Carlos Zannini, Juan Manuel Urtubey, Jorge Capitanich, Diego Bossio, los camporistas Eduardo "Wado" de Pedro y Juan Cabandié, y los intendentes de Avellaneda y Berazategui, Jorge Ferraresi y Patricio Mussi, respectivamente, entre otros.

También estuvieron ex funcionarios como Agustín Rossi, Carlos Tomada, Oscar Parrilli y Guillermo Moreno; referentes del Movimiento Evita como Fernando "Chino" Navarro, Emilio Pérsico y el diputado Leonardo Grosso, y el ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación Julián Domínguez.

Varios de los presentes dieron la bienvenida a los congresales por el PJ de la provincia de San Luis, que responden a los jefes del peronismo puntano, los hermanos Rodríguez Saá, y a los de La Pampa, que siguen los lineamientos del actual gobernador provincial Carlos Verna, dos sectores internos del PJ que se mantuvieron enfrentados al kirchnerismo.

Las palabras más repetidas por referentes de distintos sectores fueron "unidos" y "juntos", y hubo manifestaciones para incentivar el regreso al PJ de aquellos que se alejaron en los últimos años.

Hasta Guillermo Moreno no discriminó al jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, pero aclaró: "No para presidir el PJ como quiere (el presidente, Mauricio) Macri".

El primer cruce se produjo cuando el presidente del Congreso, el gobernador formoseño Gildo Insfrán, quiso acelerar los tiempos e hizo votar tanto la integración de la junta como la modificación a la Carta Orgánica, que incluía la eliminación del voto directo de los afiliados para la elección de autoridades.

Enseguida Rossi saltó de su asiento y a los gritos calificó ese último punto de "un retroceso" en la historia partidaria y pidió que sea retirado del orden día. Insfrán, que no se destacó por un aceitado manejo del encuentro, retomó el pedido y propuso armar una comisión que elabore un proyecto de reforma de la Carta Orgánica.

Luego, Insfrán se vio obligado a aclarar: "No se traguen el cuento del enemigo de que nosotros queremos entregar el peronismo al mejor postor. El peronismo nació siendo revolucionario".

El otro remezón fue cuando el kirchnerismo, a través de los intendentes Mussi (Berazategui) y Ferraresi (Avellaneda), planteó que el PJ instruyera a los bloques parlamentarios rechazar cualquier iniciativa que vaya contra las leyes de Pago Soberano de la Deuda Externa y la llamada Cerrojo.

Esto provocó la reacción del jefe de la bancada de senadores nacionales, Miguel Pichetto, quien -como lo hizo en la última reunión del Consejo Nacional del PJ- volvió a marcar que el PJ debe estar en sintonía con "la responsabilidad político institucional" y que "hay que pensar en el país".

"Hay gobernadores e intendentes que están pidiendo ayuda", lanzó Pichetto, tras lo cual recordó que la ex presidenta Cristina Fernández, al despedirse del cargo, dijo que el diálogo en el peronismo "es ahora horizontal" y afirmó: "Se acabaron los documentos donde nos bajaban las instrucciones" dijo, mientras por lo bajo se escucharon algunos silbidos.