El pedido de extensión de la licencia como diputado del viceministro del Interior de la Nación, Sebastián García De Luca, pondrá nuevamente a prueba la tensa relación entre Cambiemos y el Frente Renovador en la Legislatura.

En rigor, el origen del conflicto proviene de una pelea de “pago chico”, pero podría volver a evidenciar los cada vez más notorios tironeos entre el oficialismo y el massismo. Es que García De Luca es oriundo de Chivilcoy, localidad gobernada por el massista Guillermo Britos, quien desde hace meses lo acusa directa e indirectamente por “trabar” la llegada de fondos al distrito.

Esta situación podría llevar al bloque de diputados massistas (entre los que se cuenta a Fabio Britos, hermano del intendente) a votar en contra del pedido de extensión de licencia solicitado por De Luca, quien gozaba de ese beneficio hasta el 10 de junio pasado.

Fuentes parlamentarias confirmaron a DIB que existe “altísimas posibilidades” de que el massismo rechazar la extensión de la licencia, aunque esta noche un sector “dialoguista” mantenía conversaciones para evitar un incidente que, aunque trivial, podría sumar más tensiones a la relación. Entre las condiciones figura un “compromiso” para que no se frene el flujo de fondos hacia el distrito y se cumpla con el pago de una deuda de Nación con el municipio que data del año pasado.

Desde Cambiemos, no obstante, le quitaron trascendencia al hecho y aseguraron que de todos modos cuentan con los votos para avalar la licencia de De Luca, electo en octubre pasado como diputado por la Cuarta sección electoral.