El ataque ocurrido a la vivienda del ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Federico Salvai, se suma a una serie de hechos no menos que sospechosos y preocupantes.

Pocos días atrás nos enteramos que había sido revisado el despacho de la gobernadora María Eugenia Vidal. Hace unos meses, el intendente de La Plata sufrió una violenta irrupción en su casa, en donde su familia fue maniatada. Los legisladores de nuestro espacio hemos expresado nuestra solidaridad con los afectados y el repudio a estos ataques, instando a una pronta investigación esclarecedora.

Pero los sucesos de este tipo nos hacen reflexionar, ya que se torna difícil considerarlos como hechos aislados, y más si tenemos en cuenta que ellos coinciden con muchos procesos de cambio y reforma en la Provincia de Buenos Aires.

Todos sabemos acerca de los desafíos que implican estos procesos, por eso el gobierno provincial toma medidas determinantes, que pueden hacer ruido en sectores que estuvieron enquistados en el poder durante años y ahora ven afectados sus intereses. En consecuencia, no hacen menos que intimidar.

Pero, conociendo la voluntad de los bonaerenses de cambiar y de apoyar estos procesos, debemos decir que estos hechos no nos van a amedrentar. Cada uno, desde nuestro lugar, seguiremos adelante para poner de pie a la Provincia.