Erica Revilla, intendenta de General Arenales, declaró que el panorama del distrito a causa de las inundaciones que lo vienen azotando, con cinco familias autoevacuadas de sus viviendas y la caída del puente de acceso a la localidad por la ruta 65, es de “mucha tristeza”. En tanto, evitó dar cifras concretas de las pérdidas en los campos porque “aún tiene que bajar el agua para cuantificar” y aseguró que el casco urbano está “a salvo”.

“La situación hoy está controlada porque el agua está bajando unos 15 o 20 centímetros, aunque como es de público conocimiento sufrimos el desmoronamiento del puente de acceso sobre la ruta 65 por la fuerza del agua que va pasando. Ahora estamos esperando que venga el ejército para que venga a colocar el puente provisorio”, dijo en primer lugar la alcaldesa en diálogo con “Amanece que no es poco” por LT 20 Radio Junín.

Además, Revilla declaró que “anoche se trabajó sobre una alcantarilla que se estaba socavando, por eso tenemos gente de vialidad prestando servicios”.

Más adelante, la jefa comunal informó que “en el casco urbano si bien hubo cinco familias autoevacuadas entre Arenales y Ferré en solo dos viviendas el agua llegó adentro de la casa”. Y se sinceró: “estamos rezando para que no siga lloviendo, pero queremos aclarar que el casco urbano no sufre peligro”.

En cuanto a los antecedentes sobre el estado de inundaciones actual, Revilla manifestó que “en 2001 hubo una situación complicada con el agua, similar a la actual. Me dijeron además que en el año 60 se vivió algo así también”.

“Lamentamos la gran cantidad de pérdidas que va a sufrir el campo, es muy triste porque la gente está muy decaída, estamos todos mal porque vemos que se pierden años de trabajo. Estamos recibiendo mucho acompañamiento de parte de la provincia, eso es de destacar, pero ahora lo único que nos queda es que baje el agua”, concluyó.