En medio de un complejo panorama para los trabajadores en la provincia de Buenos Aires y frente a una serie de despidos que generan preocupación, varios concejos deliberantes avanzaron con la declaración de la “emergencia laboral” a nivel local.

Los despidos en grandes compañías que se dieron en Zárate y Campana, o el cierre de fábricas o pymes en otras comunas del interior, llevaron a los concejales a buscar declarar la emergencia laboral, algo que también la Legislatura podría debatir en caso de que prospere un proyecto del diputado provincial Marcelo Torre.

Esta iniciativa plantea la creación de una bicameral para la defensa del trabajo, busca brindar asesoramiento legal, solicitará informes a empleadores e impulsará amparos colectivos.

En este contexto y según publicó Diario Extra que edita la agencia DIB, el Concejo de Baradero fue el último municipio en declarar por unanimidad y por el término de un año la emergencia laboral, una herramienta que le permitirá al municipio solicitar ayuda al Gobierno provincial. “Las plantas que vienen despidiendo son de años y son muchos trabajadores involucrados. En Atanor (donde unas 80 familias se quedaron sin trabajo en varadero) consideraron que no era viable y la cerraron”, dijo el concejal Guillermo Oliveri, quien cargó contra la política de la gestión de Mauricio Macri porque en esa ciudad promueve “una caída del consumo entre 30 y 40 por ciento”.

A los cesanteados en Atanor, se sumó en marzo de este año que la compañía norteamericana Ingredion despidió a 84 trabajadores en la planta de Baradero y a 112 en Chacabuco. Pero el panorama también encendió una alarma en Zárate, donde la química Lanxess anunció el cierre de su planta por un plan de reestructuración de producción. Según informaron desde la Municipalidad, en la ciudad se perdieron 1500 puestos de trabajo entre Lanxess y el retraso de Atucha 3.

"Estamos muy preocupados por las consecuencias laborales y sociales. El Ministerio de Trabajo nunca pudo cumplir con un subsidio que se le iba a dar a los desempleados de 4000 pesos y el ministro en un año jamás me atendió el teléfono", aseguró el intendente Osvaldo Cáffaro, quien participó el martes de una protesta de la Uocra en la rotonda de ingreso a la ciudad que la semana pasada se declaró en emergencia laboral.

A pocos kilómetros de allí, en Campana, la situación no difiere, aunque sí la reacción del Concejo Deliberante. Mientras que el PJ-FpV buscó declarar la emergencia, Cambiemos, que gobierna allí bajo el mando de Sebatián Abella, se lo impidió. Aquí, el mes pasado bajó sus persianas la empresa petroquímica Carboclor y unos 120 operarios quedaron en la calle.

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Debido a la delicada situación socioeconómica que atraviesa General Pueyrredon, donde se registra uno de los índices de desempleo más altos del país, el bloque del FpV también propone declarar en este partido costero la emergencia laboral que, entre otros puntos, suspende el cobro de tasas para los sectores que pueden generar empleo. También en La Plata hay un pedido similar y por el plazo de un año, aunque al igual que en Mar del Plata, el Gobierno que gestiona allí es del mismo color que la administración nacional.

En el partido de Alem, de unos 17 mil habitantes, el intendente Alberto Conocchiari le pidió al Concejo que declare la emergencia económica, social y laboral en busca de un marco normativo a algunas otras medidas que irá promoviendo para ayudar a paliar esta crisis que, según estimó, en su mayor medida aún está por llegar. “Estamos muy preocupados con la cuestión del empleo, a diario circula gente por la municipalidad buscando trabajo”, reconoció.

Mientras que en Florencio Varela ya se aprobó la emergencia para los trabajadores, en Morón, comuna gobernada por el ex esposo de la gobernadora Vida, desde la oposición la vienen reclamando.