A poco más de dos semanas para las elecciones, Cambiemos prevén redoblar el esfuerzo de campaña en el interior bonaerense, con el objetivo de conseguir hasta 5 puntos suplementarios respecto del resultado de las PASO los distritos por fuera del Conurbano, donde el oficialismo obtiene su mayor ventaja.

La mesa que define la estrategia de Cambiemos para el determinante tramo final de la carrera electoral -bajo el comando del jefe de campaña bonaerense, Federico Salvai y el encargado del interior, Manuel Mosca- apuesta al voto ausente y al trabajo sobre el votante del massismo como dos de las claves para mejorar en octubre.

En el primer punto, porque los cinco puntos que median entre el nivel de participación de agosto y el promedio de las elecciones generales, buena parte son del interior. Y se sabe que los electores que no fueron a votar en las PASO no tienen un perfil de alta politización, lo que en principio favorece a Cambiemos.

En cuanto al votante massista, en la mesa de campaña de Cambiemos creen que quienes respaldaron a 1País en el interior tienen un perfil sociológico que los hace más fáciles de captar para el oficialismo que quienes respaldaron al oficialismo en la primera sección electoral, en el norte del Conurbano, el bastión histórico del Frente Renovador.

“Es un perfil de votante más de clase media, que rechaza claramente al kirchnerismo”, dicen en el comando macrista. Y confeccionaron una lista de distritos donde creen que al oficialismo le fue bien en las PASO pero donde también consideran relativamente buena la perfomane4te del massimo, por lo apuntan a quitarle parte de ese respaldo.

Allí figuran, por caso, Tandil, Ramallo Baradero, Zárate, Coronel Suárez y Tres Arroyos. “Habrá un despliegue especial, con primeras figuras del gabinete nacional como Marcos Peña y Carolina Stanley dando apoyo con visitas al territorio”, explican.

Pehuajó suma a ese perfil, un contenido simbólico especial: es el distrito gobernado por Pablo Zurro, un intendente ultra K de buena gestión reconocida por el gobierno, hipercrítico de Vidal. Esa elección tiene valor simbólico, sañalan. La apuesta es a que el armado que comanda Fernando Rovello se quede con la mayor parte de los mil votos que, estiman, perderá allí el massimo.

El esquema encierra proyecciones: Si Rovello logra que gane en Pehuajó Bullrich por efecto arrastre Cambiemos puede pensar en colocar cuatro y no cinco senadores por la cuarta sección y plantar un mojón de cara a la pelea por la intendencia en 2019, lo que terminaría de pintar de amarillo a la cuarta sección. Allí también habrá visitas de peso, comenzando por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

Hay, en ese marco, dos distritos “especiales” para los estrategas de Cambiemos: San Nicolás y Olavarría. Allí, aseguran en el comando de campaña, se obtuvo un resultado muy por debajo de las expectativas. En  el primer caso, lo atribuyen a un excesivo involucramiento del clan  Passaglia en una  interna “ajena”, en el otro, en la accidentada gestión de Ezequiel Galli.

Un tercer lote, de comunas donde Cambiemos cree que obtuvo resultados razonables pero puede mejorar, está compuesta por Bahía Blanca, Junín, Chivilcoy, Azul, Trenque Lauquen y Mar del Plata. Allí, la intención es que el presidente Mauricio Macri y la Gobernadora María Eugenia Vidal profundicen las recorridas.