Una de las consecuencias de las altas temperaturas y la sequía es, sin duda, la falta de agua potable que comienza a repetirse en diferentes distritos de la provincia. Al ya conocido problema en Stroeder, partido de Patagones, donde los vecinos no reciben un a gota de agua desde hace 15 días, se suman localidades como Pehuajó, Chivilcoy o Chacabuco que vienen con inconvenientes desde hace meses.

En tanto, en Pehuajó, distrito gobernado por el "ultra K" Pablo Zurro, concejales del Frente Renovador encabezados por Pablo Lanik hicieron un pedido formal a la provincia para que suspenda el aumento del 40% programado por ABSA para 2018 por considera el servicio "muy deficiente", sobre todo en los meses de verano.

Por otra parte, en Carlos Casares, el alcalde peronista Walter Torchio, hace apenas unos días declaró públicamente su molestia al enterarse del incremento en la tarifa de agua que comenzará a llegar a los hogares de su distrito por el mismo motivo que en Pehuajó: la falta de regularidad en la prestación y la falta de inversión.

Asimismo, en Chacabuco, Mariano Cámera, Secretario de Gobierno pidió a la población un "uso racional" en los domicilios y remarcó la inversión que se va a realizar en varias zonas del tendido de la red de agua potable que superará los 30 millones de pesos con asistencia de la provincia.

También miles de vecinos de barrios La Plata, Ensenada y Berisso pasan gran parte del día sin agua o con mínima presión, lo que se complica por las temperaturas superiores a los 35 grados.