Luego de negociaciones complicadas con ofertas salariales que no superaban el 15% para todo el año en la mayoría de los municipios, varios intendentes accedieron a aplicar las cláusulas de revisión e incluso algunos adelantaron subas previstas para otros meses para acercarse a la inflación, que acumula 16% en el primer semestre.

En Lezama, por ejemplo, el intendente Arnaldo Harispe, dispuso un incremento del 5% que sumado al aumento del 10% otorgado en marzo totaliza un acumulado del 15,5%.

En Azul, el intendente Hernán Bertellys ofreció un 9% de incremento salarial, tomando como base el valor del mes de junio, propuesta que fue aceptada. Se acordó además que en septiembre se realizará un nuevo encuentro para analizar la última etapa del año. Las partes habían acordado en mayo un incremento del 4% de abril a junio y otro 4% de julio a septiembre, con una revisión en julio.

En este contexto, el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, resolvió adelantar el pago de la segunda cuota del aumento salarial, de 7% de incremento, que estaba planificado para ser abonado con los haberes de agosto, pero que será depositado con el sueldo de julio.

En tanto, en algunos municipios se disparó automáticamente la cláusula gatillo, una herramienta reclamada por los gremios que fue fuertemente resistida desde el Gobierno. Tras arduas negociaciones, esa cláusula fue incluida en la paritaria de Junín, por lo que los trabajadores comunales de esa ciudad tendrán un 1% de recomposición salarial, luego de haber acordado un 15%.

"Si cerrábamos al 20%, nadie podía garantizar que la inflación iba a ser menor o mayor; en cambio con esta cláusula los trabajadores no van a perder poder adquisitivo", dijo Gabriel Saudán, el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales local. Es que en los meses siguientes, el salario tendrá que seguir actualizándose al ritmo de la inflación, tal como se había acordado en las negociaciones.

Otro intendente que accedió a incluir la cláusula de aplicación automática fue Javier Reynoso, de Rivadavia, quien había acordado 15% con los municipales. "Se sabe de dónde arrancamos, pero no de donde terminamos, no hay un tope", había explicado el jefe cuando acordó la paritaria al dar cuenta del riesgo que sufrirían las arcas municipales.

En tanto, en Saavedra, los nuevos índices de inflación dispararon un nuevo conflicto. Los empleados de esa comuna rechazaron el 10% que les ofreció el intendente Hugo Corvatta para el segundo semestre del año y se mantienen firmes en el pedido del 15% más una cláusula gatillo. A principios de marzo y mediante un decreto, el jefe comunal les había aumentado un 15% el salario a los trabajadores municipales, en tres tramos del 5% cada uno en marzo, mayo y junio. En ese momento, a regañadientes los trabajadores aceptaron esta pauta salarial, aunque dejaron en claro que no era para todo el año. Ahora pretenden un porcentaje idéntico para lo que resta de 2018.

Mientras tanto, en Olavarría, las paritarias aún no cerraron y el conflicto se tensa cada vez más. De hecho, las negociaciones se trasladaron al Ministerio de Trabajo en La Plata.