A poco menos de un mes de iniciarse un nuevo ciclo lectivo, un viejo problema resurge impulsado por la crisis económica: la falta de vacantes en jardines de infantes públicos.

Si bien fue una promesa de campaña de Mauricio Macri, pocos de los 3.000 jardines fueron finalmente construidos, y esa escasez se nota en la Provincia, donde las familias se encuentran frente a una verdadera incertidumbre.

Es que los altos costos en los servicios, que obligaron a aumentar las matrículas, generaron una fuerte deserción en el sector privado que, en algunos casos, ha obligado a las instituciones a cerrar sus puertas.

Sin embargo, las familias no logran conseguir dónde llevar a sus hijos puesto que las vacantes son más que escasas.

“En muchos lugares de la Provincia hay muy pocos alumnos, jardines con 3 o 4 alumnos de diferentes edades”, sentenció hace un año el ministro de Educación, Gabriel Sánchez Zinny, cuando se despertó la polémica por el cierre de escuelas.

A fines de 2018, por ejemplo, el jardín platense “Pasito a Paso” anunció que cerraría sus puertas debido a la falta de inscripciones por el fuerte aumento en la matrícula y las cuotas mensuales de la institución.

Gracias a la ayuda de madres y maestros, finalmente el jardín continuará funcionando a modo de cooperativa. La falta de respuesta del Estado, en este caso, fue prácticamente nula; como en el resto de las similares situaciones educativas.