La opción es “entre dos modelos de ciudad" (¿sólo eso o lo que está en juego es el país todo?). Se lee en los medios, se charla en la calle y se siente en el barrio profundo. Para no caer en encrucijadas pletóricas de arañazos electorales con respecto a los "modernos “ centros comerciales a cielo abierto y quién tuvo o tiene la cuadra más larga, comencemos a comer la vaca de a bifes...                         

Otrora dichos centros funcionaban a pleno como consecuencia del consabido aumento del poder adquisitivo de la clase trabajadora, por estas horas no deja de ser sólo un paseo dominguero de bolsillos flacos, lo que el resultado de la cuenta es sencilla: a más plata en la calle, comercio pujante, a menos plata y más globos de colores, turismo devaluado y comercios cerrados.     

Cuéntese al lector desprevenido de que el aumento del poder adquisitivo y el fomento del mercado interno fue obra y gracia del Modelo Nacional y Popular, hecho que no supo aprovechar la gestión anterior para salir de la trampa de una ciudad de servicios y crear trabajo genuino sustentable en el tiempo (con la ventaja adicional de tarifas totalmente accesibles para cualquier tipo de emprendimiento).

Por otra parte, demás está decir quién sumergió en la tristeza al presente del dolor del ya no ser del comercio y la economía toda de la ciudad y del partido, el mismo que adhiere sin ningún tipo de reservas a las políticas que le dictan desde Nación y Provincia, una continua puesta en escena sin ningún signo de voluntad de dar vuelta las políticas que excluyen todos los días a alguien en educación, en salud o en el ámbito laboral. El aprendizaje para todas y todos los que concurramos a  las urnas a definir nuestro futuro en común ,es aprovechar la oportunidad que tuvimos alguna vez, poniendo al frente del Municipio a quien siente de verdad el pulso de las necesidades del ciudadano de a pie.      

Se declara, se dice, se escribe y se repetirá hasta el hartazgo de que la solución es reasignar partidas presupuestarias para el inicio de proyectos productivos con valor agregado, priorizando sobre todas las cosas al trabajo. La diferencia entre el decir y el hacer es contundente; la decisión política es  lo fundamental, la que tiene Victoria Muffarotto y su equipo, la garante que por juventud, rebeldía y por representar cabalmente el lugar del que nunca se corrió, el del Modelo Nacional y Popular, único reaseguro de esperanza, es la que tiene en sus manos las herramientas para poner nuevamente en marcha la rueda del trabajo y la producción.