Con perfil bajo y sin inmiscuirse en el debate sobre la crisis financiera post PASO, Axel Kicillof, el candidato a gobernador del Frente de Todos retomará sobre el fin de la semana próxima sus recorridas a bordo del Renault Clío que ya se hizo famoso con el apelativo de "kicimóvil" con la mira puesta en el interior bonaerense.

Exhausto por una rutina de campaña que se acentuó al extremo en las últimas semanas, Kicillof dedicó casi en exclusiva los primeros días luego de su rotundo triunfo por 18 puntos sobre María Eugenia Vidal a la vida familiar. Fue una rutina de bajísimo perfil: solo hizo una declaración, ocasional, a periodistas que lo aguardaban el lunes en la puerta de su casa. Y nada más.

En su entorno explicaron a DIB que hay un doble motivo político detrás de esa decisión de no intervenir en el debate macroeconómico que se desató tras la estampida del dólar. Por un lado, el exministro busca desarrollar al máximo su perfil bonaerense, de probable gobernador. Por el otro, quiere evitar generar mensajes confusos en un ámbito que ya no es el suyo, sino en todo caso de Alberto Fernández.

Sin ser una campaña en sentido estricto, Kicillof retomará el formato que más le rindió en la campaña, las visitas territoriales, el jueves o viernes, por una ciudad de la cuarta sección electoral, en el noroeste bonaerense, plena zona núcleo agrícola, donde el domingo les Fernández y la dupla que él mismo integra con Verónica Magario tuvo una ajustada pero inesperada y significativa victoria.

La estrategia del candidato, al menos en una primera etapa, es privilegia la presencia en ciudades en las que no había estado hasta ahora, para ir a los grandes centros urbanos el mes próximo, cuando se reactive la campaña formal. Como hizo hasta ahora, realizará encuentros con los sectores que definan la actividad de cada lugar: las universidades, el agro, o las Pymes, por nombrar algunos.