El Gobierno y los laboratorios dieron por cerrada la negociación este martes, ya que las farmacéuticas no quisieron retrotraer los precios un 10% y mantenerlos "congelados" hasta el 30 de noviembre, como solicitó el Ejecutivo.
Los remedios acumulan un aumento de precio de 15% desde principios de agosto pasado, y ese incremento se debe en gran parte a la depreciación del peso tras las elecciones primarias.
"No hubo posibilidad de acuerdo porque CILFA y CAEME empezaron con dilaciones y chicanas, introduciendo en la discusión el ensanchamiento de la brecha entre los precios de los remedios que compra el PAMI y el resto", sostuvo el secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, acerca de las cámaras que representan a laboratorios nacionales y extranjeros respectivamente.
Por su parte, las empresas le echaron toda la culpa a la devaluación del peso "ya que una gran parte los productos comercializados en la Argentina son de origen importado y, a su vez, los producidos en el país se realizan con principios activos importados".