viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº4345
Infonoroeste » Regionales » 13 feb 2020

Política

Ex presidente de la Sociedad Rural de Junín respondió críticas del Frente de Todos a las entidades

Alejandro Barbieri realizó algunas aclaraciones sobre los dichos del ex concejal Patricio Fay (Frente Renovador) en cuanto a la "doble vara" de las entidades por su actitud ante las retenciones durante el gobierno de Mauricio Macri y el actual de Alberto Fernández.


En primer lugar, muchas entidades de base del interior bonaerense y de otras provincias estuvieron en contra de la vuelta a las retenciones e hicieron saber su reclamo a sus entidades madres y a su comunidad aledaña. Justamente la Sociedad Rural de Junín el día 4/09/2018 publicó un comunicado titulado “Las dificultades de los políticos en cumplir con la palabra empeñada” donde rechazó enfáticamente la vuelta de las retenciones al trigo, maíz, carnes y el freno de la baja gradual a las retenciones a la soja. 

Ni hablar de los impuestos provinciales donde desde las entidades madres se han hecho todo tipo de planteos y cada sociedad rural ha contactado a sus legisladores para plantear el problema. -

Respecto a la simpatía o no partidaria de los dirigentes es un tema personal de cada uno, como cualquier dirigente sectorial. ¿Acaso los gremialistas de los distintos sindicatos no tienen una pertenencia partidaria o ideología partidaria? A nadie se lo debe descalificar por tener una afinidad partidaria o ideológica. 

Por otra parte poner entre comillas la palabra “nuestra” deslegitima a cualquier sector. Para dejarlo en claro, son nuestros políticos, nuestros gremios, nuestros docentes, nuestros sindicalistas, nuestras entidades intermedias, que con sus aciertos y errores constituyen la sociedad civil y cada uno tiene distintas posturas sectoriales que la política debe armonizar, siendo este su rol fundamental en toda sociedad civilizada.

En lo estructural los gobiernos de Cristina Fernandez, Mauricio Macri y Alberto Fernández siguen un hilo conductor. Es decir, el sector público continúa creciendo, con una presión impositiva asfixiante a ciertos sectores y donde se continúa privilegiando a los sectores financieros, del transporte, minería y del petróleo sólo para nombrar a los más grandes, en medio de una economía que hace más de ocho años se encuentra estancada.  Es ése el verdadero problema y no las discusiones sin sentido que tenemos hoy día. 

Lo más grave es que existe una transferencia a los sectores nombrados. Podemos poner como ejemplo al sistema financiero que paga por sus bonos una tasa del 70 % que la fija el Banco Central sin ningún tipo de juego entre oferta y demanda; llevándose el 25% del Presupuesto Nacional de la Nación, de esto nadie habla?

También podemos agregar lo que sucede en nuestro Mar Argentino donde estamos perdiendo 10 mil millones de dólares anuales porque barcos piratas se llevaban los pescados y moluscos que nadie controla desde hace muchos años, estas son las cuestiones sobre las que debe ponerse énfasis y sin embargo en general la clase política no lo menciona. 

Por otra parte el sector no tiene una política sectorial propia a los fines de utilizar los mecanismos institucionales para ocupar lugares en la toma de decisiones, falta una autocrítica de la dirigencia en su totalidad y entender que es la única manera de poder cambiar la realidad del complejo agroindustrial. 

Lo que si tiene el sector es la responsabilidad de generar divisas, inversión y empleo genuino, pero para lograrlo lo que necesita es que los dirigentes políticos, le quiten impuestos distorsivos que limitan su potencial. No necesita de créditos con tasa de interés subsidiada. Necesita que no le saquen lo que le corresponde lo que a su vez le permitirá expandirse cada vez más. Un claro ejemplo fueron los dos años que no se tuvieron retenciones al trigo y al maíz (2016/2017). 

Tampoco debe olvidarse Dr. Fay que el sector ya aportó en estos 18 años (desde el 2002 a la fecha) más de 180 mil millones de dólares en derecho de exportación y estamos cada vez peor. Con lo cual no es un 5 % de derechos de exportaciones si no que se adiciona a un combo que ya resulta insostenible (33% a la soja, 15 % al maíz y trigo y 9% a las carnes más el impuesto a las ganancias, impuestos provinciales, servicios municipales más toda la carga impositiva que debe pagar por cada insumo o maquinaria que compre que se estima en el 50% del precio). En la próxima campaña se estarán aportando casi 3,4 billones de pesos sólo de Junín, que se van de la ciudad en perjuicio de todos los juninenses y a favor de los burócratas de la capital federal. 

Por ello, lo mejor sería que de una buena vez se cambien las conductas y las prioridades dando una salida para el país donde claramente las viejas recetas no funcionan. 

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