Dado los avances que se van dando respeto de la cuarentena y la situación local, me permito algunos comentarios y sugerencias sobre la fase IV del confinamiento. En primer lugar, entiendo que el sistema de autorización de las actividades en los municipios es una demostración acabada de unitarismo que genera demoras y errores, propios de quienes deciden desde escritorios en la Casa Rosada o la Gobernación sobre realidades lejanas.

Sería razonable que los decretos sobre el confinamiento depositen confianza en la responsabilidad y capacidad de los municipios, así se evitarían demoras innecesarias y decisiones muchas veces erradas.

Lo de la confianza y la responsabilidad vale en la relación entre el municipio y los vecinos. Todos sabemos de los peligros a los que nos enfrentamos y, después de tantos días todos sabemos cómo cuidarnos, debido a las certezas científicas existentes.

En cuanto a sugerencias o propuestas, sumo al debate público en la lìnea propuesta por el presidente del Concejo Deliberante Aldo Expósito al intendente sobre actividades de ciclismo recreativas, la posibilidad que los vecinos puedan caminar y correr.

En la misma dirección sugiero que el municipio analice la posibilidad de salida para los niños y niñas, me parece que ya no alcanza sólo con la posibilidad de mandar dibujitos al intendente o el presidente.

Siguiendo con lo recreativo se podrían evaluar autorizar la llamada vuelta al perro y el paseo por la laguna, los días domingos. El domingo también hay que contemplar la apertura de los negocios de cercanía, puede generar más facturación y prestar un servicio a los vecinos. Estas medidas se han implementado en ciudades más complejas como Mar del Plata y Necochea.

Por último, dejo planteada la sugerencia de apertura del cementerio, no sólo el sector administrativo, sino también para las visitas con un protocolo simple, como se ha hecho en otros municipios de la región.

Voces reconocidas, expertos en sus respectivas materias alertan sobre los perjuicios psicológicos, diferentes patologías que traen consecuencias físicas y emocionales. Vuelvo a remarcar la necesidad de respetar la peligrosidad del virus, la confianza en los vecinos y la responsabilidad de éstos.