Lo primero que tenemos que dejar en claro, que el gobierno toma una medida  absolutamente razonable en mandar un proyecto de ley de  intervención por parte del Estado Argentino en la idea de la conformación de una empresa mixta (no estatal) y tratando de evitar que el resultado de este manejo irresponsable tanto de la empresa como de su convivencia con la gestión del gobierno anterior del ex presidente Mauricio Macri  porque claramente le sirvieron en la mesa buena parte de los créditos de la banca pública permitiéndoles que hicieran todo lo que hicieron, en esta situación como se encontraba actualmente, el destino de Vicentín era un proceso vertiginoso a la quiebra.

El segundo punto que hay que tener en cuenta, es que esta medida estratégica busca evitar una mayor concentración y exportación de la producción y comercialización de alimentos. A la par que permitirá tener una empresa testigo, no sólo en el sector agroindustrial sino también en el de divisas, convirtiéndose de esta forma una herramienta fundamental para el desarrollo de nuestro país.

El tercer punto, es que la empresa siga funcionando, que los trabajadores tengan la tranquilidad de continuar en sus empleos, que los 2600 productores puedan seguir contando con la empresa para vender lo que ellos producen y que la Argentina pueda seguir manteniendo en pie un operador en el mercado

Y el cuarto y último punto, teniendo en cuenta en el marco de una crisis global de enorme magnitud, donde muchos países de Europa dentro de un plan de reactivación económica toman la decisión de estatizar empresas, estratégicamente  y en sintonía  nuestro país comienza a repensar la agenda del mañana, avanzando en el desarrollo productivo del país.

Es sumamente necesaria la participación del Estado en la producción y comercialización agroindustrial tanto del comercio interior como exterior, con el objetivo a corto plazo comenzar a poner a nuestro país de pie.