jueves 3 de julio de 2025 - Edición Nº4785
Infonoroeste » Regionales » 24 Jul 2018

Opinión

Las políticas de seguridad no pueden ser pensadas desde una lógica militar

Escribe para INFONOROESTE concejal Andrés Rosa, bloque "Compromiso por Junín". Abogado. Presidente comisión de seguridad del Concejo Deliberante.


Las políticas de seguridad no pueden ser pensadas desde una lógica militar: Nuestro país estableció un esquema legal e institucional democrático caracterizado por el control político civil, la separación entre seguridad interna y defensa y la prohibición de que las Fuerzas Armadas intervengan en asuntos políticos internos.

 

Este esquema significo la construcción de una muralla china entre el mundo de la Seguridad y el de Defensa. 35 años de presidencias de distinto signo continuaron con esta política de separación de las FF.AA. de la seguridad interior. Hoy el gobierno, con este anuncio de decreto para involucrar a las FF.AA. en cuestiones de seguridad interior, las estará conduciendo a una progresiva desprofesionalización y posterior desprestigio, como se verifica hoy en los países de la región que han apelado a estrategias de militarización frente a problemas de seguridad pública.

 

La participación militar en las cuestiones internas es fomentada por los Estados Unidos desde la década del cincuenta como política para América Latina. Mientras que el eje estructurador de la ¨Doctrina de Seguridad Nacional¨ era la existencia de ¨enemigos ideológicos¨, el actual replanteo de las misiones castrenses y su legitimación se basa en la necesidad de enfrentar ¨nuevas amenazas¨, entre ellas, el narcotráfico, desde una perspectiva bélica.

 

En la Argentina, la idea de que el “avance del narcotráfico”, es el principal problema de inseguridad-aunque no haya ninguna investigación seria que lo confirme-, justifica esta perspectiva. A partir, de esto, como solución a la inseguridad, se impulsa una ampliación del rol principal de las Fuerzas Armadas y la militarización de la estrategia de intervención policial. De ninguna manera deberíamos aceptar romper el esquema de acuerdo que se genero con las leyes de Defensa, Seguridad e inteligencia.

 

Este quiebre es toda una definición política, crea las bases de una nueva doctrina e implica la necesidad de que el Congreso discuta este planteo. Deberían impulsar un debate amplio y plural en un área en que los errores estratégicos pueden tener lamentables consecuencias.

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