Opinión
El otro yo del tío Alberto
Por Marcelo Elias.
Es difícil seguir el derrotero y la orientación de los dichos del Presidente. Ha mutado, de cultor del diálogo, la tolerancia y el respeto por adversarios y medios de comunicación a la agresión en versión recargada de kirchnerismo.
Pero, si hacemos un viaje en el tiempo, podemos descubrir que algunas de sus características son inmutables, la agresividad, la descalificación del adversario y su andar a contramano de sí mismo.
Repasemos sus frases textuales: "A lo largo de la democracia fue todo. Y eso no vale. El peronismo fue conservador con [Ítalo] Lúder, fue neoliberal con [Carlos] Menem, fue conservador-popular con [Eduardo] Duhalde, fue progresista con [Néstor] Kirchner y sólo fue patético con Cristina. Fue patético, fue el partido de la obediencia". Vale aclarar, él fue todo, solo le faltaba ser patético con Cristina!!!.
"Después toda su acción institucional es deplorable, todo lo que hizo en materia judicial es deplorable, lo que hizo con el Consejo de la Magistratura y con la asignación de los jueces subrogantes, lo que inició con la llamada democratización de la justicia todo eso es deplorable, lo que hizo con el tratado de Irán es deplorable, la muerte de Nisman es deplorable, la no resolución de la muerte de Nisman es deplorable, en el segundo mandato de Cristina a mí me cuesta muchísimo encontrar un elemento valioso.”
“CFK actuó como una psicópata”. "He tolerado mucho más que otros. Y a NK (Néstor Kirchner) lo acompañé. Con Cristina es imposible". “Creo que Cristina tiene una enorme distorsión sobre la realidad, francamente lo digo. Si Cristina revisa las cosas que dijo, debería rectificarse un montón de cosas.
Llegó a decir que Alemania estaba peor que nosotros en materia de pobreza. Sostuvo hasta el final que el cepo no existía y que la inflación no es importante. Eso es negación, es una negación terca, por momentos absurda".
Más cerca de éste tiempo: “Cristina va a tener cero injerencias en el armado de mi gabinete” “Voy a trabajar con ella, porque es una mujer con ocho años de experiencia, y una dirigente de envergadura que puede ayudar mucho”.
Hace unos días Alberto señaló al Presidente de la Corte por no implementar la Ley Micaela en el Poder Judicial, fue desmentido con sobrados argumentos por la Vice presidenta de la Corte Elena Highton. Y Luego, en clara injerencia sobre el Poder Judicial, acusó al Presidente de la Corte, que se aprestaba a tratar un recurso presentado por los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli, como un escándalo político.
Siempre destacando que es hijo de un Juez y profesor de la facultad de derecho, no titular. Ignorando las promesas electorales, los anuncios de medidas de gobierno incumplidas y los compromisos no honrados, se puede afirmar que la palabra presidencial se ha devaluado a mayor velocidad que nuestra golpeada moneda.