El desembarco de Julián Domínguez en el Gabinete nacional como nuevo ministro de Agricultura en reemplazo de Luis Basterra generó cierta expectativa entre los dirigentes del campo, quienes le reconocen su perfil dialoguista, aunque esperan un cambio de “actitud” y de “políticas”, sobre todo en lo que respecta a las restricciones para la exportación de carne.

Para Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Domínguez ha sido “un hombre de experiencia, de acercamiento con el sector. Tiene un conocimiento administrativo del Ministerio”.

“Fue un hombre de Ministerio de puertas abiertas”, apuntó. Sin embargo, señaló que “si no cambia la característica del Gobierno hacia el sector, el cambio de ministro no cambia nada”.

En esa línea, pidió que no haya “sumisión” y sí “independencia” respecto del Ministerio de Desarrollo Productivo de Matías Kulfas, área desde la que se decidió el nuevo cupo para la exportación de la carne. Al respecto, Salaverri reclamó una “independencia clara”.

“Es necesario que tomen las decisiones que necesitamos en el sector, que tomen las decisiones necesarias, por ejemplo en el cierre de exportaciones (de carne)”, agregó.