Una sequía y temperaturas altas castigan desde hace semanas al maíz y la soja de la Argentina, donde las autoridades recortaron estimaciones de cosecha y de área de ambos cultivos y productores advierten sobre pérdidas “irrecuperables”, aunque se esperan para el domingo lluvias que podrían marcar una “bisagra” para la campaña.

Al respecto, el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaverri, aseguró este viernes que la sequía “está pegando muy duro” al punto que “hay pérdidas irrecuperables” en gran parte del territorio bonaerense y definió que “la cosecha está muy complicada”.

“Hay pérdidas irrecuperables, sobre todo en el maíz, que en el mes de enero necesita mayor cantidad de agua. La soja tiene más probabilidades (para soportar la falta de lluvias) pero indudablemente también va a afectar la cosecha”, dijo a radio Provincia.

Por otro lado, detalló que “en la ganadería el gran inconveniente es el achicamiento de los campos porque las pasturas no vuelven”. Y añadió: “Un día de calor como hoy, un animal adulto puede consumir hasta 80 litros de agua, por lo que los productores tienen que estar atentos”.