Opinión
Es Hora de Jugar a Ganar: Renovación y Escucha Genuina para el Peronismo en Junín
Escribe para Gabriela Ortega. Periodista y militante política.
La reciente información sobre la irrupción de Lautaro Mazzutti en la interna del Frente Patria en Junín, aunque presentada con el aval de La Plata y una supuesta capacidad de consenso, vuelve a encender una alarma que resuena con fuerza en cada contienda electoral local: ¿seguiremos apostando por las mismas figuras, esperando resultados diferentes? La repetición de nombres que, por diversas razones, no han logrado consolidar una mayoría significativa ni una incidencia real en el Concejo Deliberante, nos interpela sobre la estrategia política del peronismo juninense.
Los últimos años han mostrado una constante: la dificultad para traducir el caudal de votos en una representación legislativa contundente que permita impulsar proyectos y marcar la agenda local. Pareciera que la interna partidaria se consume en la búsqueda de "acomodos" y posicionamientos de "candidatos a dedo", sin una mirada estratégica que priorice la victoria electoral y la posterior capacidad de gestión. Esta inercia lleva a una "mayoría que no define ni un solo proyecto", una frustración para el votante y un estancamiento para la ciudad.
Es hora de un ejercicio de humildad y autocrítica. La política no puede ser un circuito cerrado donde las mismas figuras rotan entre cargos y postulaciones, esperando que la fortuna cambie por sí sola. Para lograr mejores resultados electorales, es imperativo un corrimiento de aquellos rostros que, aunque respetables, ya han tenido su oportunidad y no lograron el impacto deseado. Esto no es un juicio de valor personal, sino una lectura objetiva de los números y la realidad política.
El peronismo juninense debe abrir sus puertas y, lo que es más importante, sus oídos. Es fundamental dejar de lado la lógica de los "candidatos a dedo" y empezar a escuchar verdaderamente a la calle. Los votantes, los vecinos y vecinas, son quienes mejor "palpitan y sienten" lo que sucede en Junín. Ellos identifican líderes naturales, personas con arraigo y un genuino respaldo social que no se construye desde la mesa chica de un partido, sino en el día a día, en el contacto con la gente.
Figuras como el Dr. Carlos Garbe, cuyo "empleo apoyo social" es reconocido, representan un claro ejemplo de este potencial no explotado. Su nombre resuena con un "gran caudal de votos" no por una imposición partidaria, sino por el vínculo forjado con la comunidad. Ignorar estas señales es privarse de una oportunidad real de crecimiento y de lograr esa tan ansiada mayoría en el Concejo Deliberante.
La meta debe ser clara: "jugar para ganar más lugares". No se trata solo de "aspirar a encabezar" o de garantizar la presencia de tal o cual sector. Se trata de construir una propuesta sólida, renovada, que conecte con las necesidades y anhelos de los juninenses. Esto implica valentía para renovar los cuadros, sabiduría para identificar a quienes realmente pueden sumar votos, y, sobre todo, una profunda humildad para reconocer que los mejores candidatos no siempre son los que están en la foto de siempre, sino los que la gente ya eligió en su corazón y su confianza.
El futuro político del peronismo en Junín depende de esta capacidad de transformación. Es el momento de la escucha, de la renovación y de una estrategia electoral audaz que apueste por los mejores y más representativos nombres para Junín, dejando de lado los viejos vicios y enfocándose en lo que realmente importa: los resultados.