Hace menos de treinta días, llegaban sondeos de opinión a las manos de Carlos Bianco (ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires) y eran malas noticias en todas las secciones electorales, menos en la tercera, donde la inercia histórica del Peronismo, mantenía una luz de esperanza. En los distritos más poblados y en el interior, el panorama era similar y la unidad forzada de Fuerza Patria ensayaba posibles ejes de campaña para salir a la caza de votos. 

19 de agosto de 2025

Tres días antes del 19 de agosto de 2025, el periodista Mauro Federico recibió de una fuente una serie de audios del, entonces director de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). El periodista, junto a un equipo encabezado por la colega Ivy Cángaro y con el apoyo de un gran conocedor del medio como Jorge Rial, se tomaron tres días para chequear el material y el martes 19 de agosto a las 20 hs., en el streaming Carnaval se publicaron las grabaciones del abogado y amigo del presidente Milei, Diego Spagnuolo, acusando a su entorno de integrar una red de sobornos que según se desprendía, llegaban hasta la propia hermana del primer mandatario. Esa difusión marcó el inicio público del caso. Apenas 20 días después, los bonaerenses concurrieron a las urnas y se expresaron de manera contundente. En el medio pasaron cosas. El músculo político opositor se fortaleció en el Congreso, la hermana del presidente se hizo meme, el ingenio popular hizo lo suyo y el clima electoral fue migrando de una apatía social difícil de revertir a una mezcla de bronca, con la necesidad de poner límites. 

¿Ganó el Peronismo?

En los fríos papeles de los certificados de escrutinio provisorio, el resultado es una paliza. Se ganó en distritos históricamente adversos. En el núcleo duro de la pampa húmeda sojera, en barrios cerrados de la zona norte del conurbano y en municipios alambrados por el radicalismo o el PRO. El electorado que se suponía con baja participación, fue a votar por encima de lo que preveían los más optimistas y eligió la boleta de Fuerza Patria para castigar al Gobierno Nacional.

El Peronismo recibió, abrumadoramente, la responsabilidad de poner freno a avances sobre cosas que la sociedad no está dispuesta a ceder. La lógica que suponía una elección desde abajo hacia arriba fue cambiada de manera terminante por el propio presidente que nacionalizó la campaña poniéndose al frente y desembarcando en Junín, Lomas de Zamora y Moreno. Secundado por personajes como José Luis Espert, y un puñado de fanáticos agresivos, subió al ring al Gobernador Kicillof y con el “Alta Coimera” hecho hit momento en canchas, boliches y calles, selló una derrota histórica. 

No significa que el Peronismo no tenga méritos en cada candidato que fue en las listas en cada distrito o sección. Pero es cierto que los últimos veinte días de la campaña, la mejor publicidad a Fuerza Patria la hizo el propio Javier Milei. 

El mensaje de las urnas

Cada vez que la sociedad se expresa, se ensayan análisis sobre el mensaje que los votantes le transmiten a sus dirigentes. Esta vez hay varios. Los que aparecen en la parte visible del iceberg, son los límites a políticas agresivas hacia los sectores más vulnerables. Agresivas en términos económicos, verbales y físicos. El otro mensaje es hacia la presunta red de corrupción que encabezaría nada menos que la persona más cercana e influyente del presidente. 

Las urnas también le mandan un recado a intendentes que invisibilizan la inversión de la provincia, especulan con el comienzo de obras para inaugurarlas en plena campaña y juegan al límite con sus candidaturas priorizando lo personal. 

El requerimiento de la sociedad que votó también es para el Peronismo. Ordenen las cosas, construyan una unidad más sólida y empiecen a pensar un proyecto claro para confiarles algo más que una legislatura y varios concejos deliberantes.