

En estas elecciones legislativas, los dirigentes que formaron parte del frente bonaerense Somos Buenos Aires no lograron ponerse de acuerdo y juegan por separado en los comicios del próximo 26 de octubre. En ese sentido, el Comité de la Unión Cívica Radical (UCR) de 25 de Mayo sacó un duro comunicado con el que cuestionó la postura de las autoridades nacionales del Partido Centenario en la provincia y ratificó que no fiscalizará ni hará campaña.
En ese sentido, los dos bandos de la UCR decidieron emplear sus propios movimientos: el sector de Martín Lousteau se fue con Provincias Unidas, la lista de los gobernadores y de Florencio Randazzo, mientras que el titular del Comité de Contingencia bonaerense, Miguel Fernández decidió mantener el vínculo con la Coalición Cívica. La falta de una estrategia consensuada, fue criticada por el Comité de 25 de Mayo.
“Es la primera vez, desde el regreso de la democracia, que la UCR no aspira a obtener bancas en representación del pueblo. Que el partido radical de Buenos Aires no tenga una lista y una oferta electoral para brindar a la sociedad, es penoso y muy grave”, comienza el escrito del radicalismo venticinqueño.
"Sin un radicalismo activo, se deja el espacio opositor monopolizado por el partido justicialista y su nuevo frente "Fuerza Patria", permitiendose una fuerte polarización entre dos espacios políticos similares y muy desgastados que se retroalimentan y no hacen más que degradar la convivencia entre los argentinos y fomentar una división política y social que solo responde a sus propias mezquindades", expresaron además.