El peronismo bonaerense vivió este viernes otra jornada de reacomodamientos internos. Tras la dura carta de Cristina Fernández de Kirchner, en la que responsabilizó a Axel Kicillof por la derrota electoral y calificó el desdoblamiento provincial como un “error político”, el gobernador reunió a más de cuarenta intendentes en el Parque Pereyra Iraola. Allí, los jefes comunales expresaron un respaldo explícito al mandatario provincial y defendieron la estrategia que separó los comicios bonaerenses de la elección nacional.
El propio Kicillof evitó responder en público a la expresidenta, pero envió un mensaje claro hacia el interior del oficialismo. “No hay tiempo para autopsias”, planteó ante los intendentes, en un intento por cerrar la discusión y concentrarse en los desafíos de la gestión. Según trascendió, pidió a sus ministros y a los jefes comunales “no enredarse en discusiones internas” y “poner el foco en los problemas reales de la provincia”.
“El balance fue muy positivo. Ganamos en 107 de los 135 municipios y se sumaron 34 bancas en la Legislatura”, resumió el intendente de La Plata, Julio Alak, al término del encuentro, que se extendió por más de tres horas en “La Casona”, el predio del Ministerio de Desarrollo Agrario.
En ese marco, más de 40 intendentes bonaerenses del peronismo cerraron filas y respaldaron al gobernador Axel Kicillof. Entre ellos seis mandatarios de la cuarta: Sergio Barenghi (Bragado), Ignacio Pugnaloni (Hénderson), Germán Lago (Alberti), Carlos Ferraris (Leandro N. Alem), Daniel Stadnik (Carlos Casares), María Celia Gianini (Carlos Tejedor).