La discusión política bonaerense gira por estas horas alrededor de la creación del Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal (FIM), convertido en el faro que siguen intendentes de todos los espacios políticos. El punto central del debate es que el Fondo, tal como fue planteado por la Provincia, se integraría con el 8% de la deuda que el Ejecutivo bonaerense consiga colocar a lo largo del año.
Ese esquema genera fuerte rechazo entre los jefes comunales de la cuarta sección, que advierten que si la Provincia toma menos deuda que la prevista, los municipios recibirán menos recursos, comprometiendo pagos clave del cierre de año.
Intendentes del peronismo y de la oposición coinciden en un planteo: no quieren que la llegada de fondos dependa directamente del endeudamiento. Y, según trascendió, en las últimas horas la administración bonaerense estaría dispuesta a analizar un monto fijo, lo que podría destrabar el proyecto.
Detrás de ese reclamo financiero hay un motivo urgente. Varios intendentes reconocen que no cuentan hoy con fondos suficientes para afrontar sueldos y aguinaldos, situación que en la cuarta sección se siente con especial intensidad entre los municipios de menor recaudación propia. Por eso exigen previsibilidad antes de acompañar cualquier avance legislativo.