El titular de la Estación Experimental del INTA Nueve de Julio, Lisandro Torrens, retomó un reclamo que en las últimas semanas comenzó a tomar fuerza entre intendentes de la región, en medio de la crisis hídrica y el impacto sobre la producción agropecuaria.
“Si el Estado recauda retenciones, una parte debería volver al distrito que las genera. Los caminos están destruidos y el productor no puede pagar impuestos y además poner plata de su bolsillo para sacar su producción”, afirmó el referente técnico a Cadena Nueve, marcando el contraste entre la alta carga impositiva y la falta de infraestructura adecuada para sostener la actividad.
Torrens advirtió que la crítica situación de la red vial rural se profundiza por la emergencia hídrica que afecta a gran parte del territorio bonaerense. En este sentido, señaló que “trabajar caminos en plena inundación es casi imposible”, lo que agrava el aislamiento productivo y encarece los costos logísticos para los productores.
De cara al próximo año, el titular del INTA planteó que 2026 deberá ser el año para discutir a fondo la infraestructura rural, con una agenda que incluya reservorios de agua, manejo integral de cuencas y obras estructurales capaces de amortiguar ciclos climáticos cada vez más extremos.
“Necesitamos planificar frente a una realidad donde se alternan sequías severas con inundaciones cada diez años”, remarcó.