La Junta Electoral del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires aprobó el reglamento que regirá las elecciones internas para la renovación de autoridades provinciales y de las 135 unidades básicas, previstas para el próximo 15 de marzo. La decisión reactiva la discusión interna y vuelve a poner en escena la posibilidad —siempre latente— de una competencia real o, una vez más, de listas de unidad.

Entre los puntos centrales del reglamento aprobado se establece que cualquier reclamo deberá canalizarse previamente ante la Junta Electoral partidaria antes de recurrir a la Justicia Federal. Además, se fijaron requisitos diferenciados de avales para quienes aspiren a cargos provinciales y para los postulantes a presidir unidades básicas en los distritos.

Otro aspecto clave es que, en caso de presentarse lista única, el PJ podrá prescindir de la votación de afiliados, abriéndose un plazo de 48 horas para eventuales impugnaciones. Un mecanismo que no es novedoso: en 2021 el Consejo Provincial se resolvió sin elecciones y fue proclamada la lista encabezada por Máximo Kirchner, mientras que en 2022 sólo 11 distritos de toda la provincia fueron a internas para renovar autoridades locales.

En ese contexto, la cuarta sección electoral observa con atención cómo se reordenan las piezas. Distritos con peso territorial como Junín, Chivilcoy, Lincoln, Trenque Lauquen y General Villegas aparecen como escenarios donde las tensiones internas no están saldadas y donde conviven  espacios kirchneristas y no kirchneristas con aspiraciones propias.

Según trascendió, hacia fines de enero se retomarán las conversaciones entre los distintos sectores del peronismo bonaerense para definir si se avanza en una estrategia de unidad o si, por el contrario, se habilita una interna que ponga a prueba la relación de fuerzas en cada distrito. En la cuarta, donde el peronismo viene de resultados electorales disímiles, con victoria contundente en septiembre y derrota clara en octubre, siguen los debates abiertos sobre conducción y estrategia y la definición no será menor.

Mientras tanto, el calendario corre y el reglamento ya está en marcha. La incógnita, tanto a nivel provincial como seccional, sigue siendo la misma: ¿unidad negociada o disputa en las urnas?