En medio de nuevos reclamos por la reapertura de paritarias, algunos intendentes bonaerenses anunciaron que, en su lugar, otorgarán bonos de fin de año para aliviar el descontento que crece entre los empleados municipales por salarios.

Así, el intendente de Mercedes, Juan Ignacio Ustarroz (Unidad Ciudadana), anunció que este fin de año pagará una suma de $ 5.500 ($ 2.500 en diciembre y $ 3000 en diciembre) para los trabajadores de su distrito, que desde la Comuna denominaron como "bono de emergencia". El aumento que cerraron a principios de 2018 fue del 21,3%.

En Quilmes, Martiniano Molina (Cambiemos), anunció que el 10 de diciembre pagará a los trabajadores municipales, tanto de planta como mensualizados, una suma no remunerativa de $ 5.000, pero confirmó que no reabrirá la paritaria.

"El pago de esta suma fija es la forma que encontró el Municipio de reconocer el acompañamiento y el esfuerzo de los trabajadores durante el año, y lo bueno es que pudimos hacerlo sin afectar las cuentas públicas y respetando la contribución de los vecinos de Quilmes", explicó Molina.

Cabe recordar que a principios de año, el Ejecutivo quilmeño y los gremios firmaron un 20% de incremento salarial en tres tramos: un 10% en enero, un 5% en julio y un 5% en octubre. Esa cifra fue en línea con la meta establecida por el Gobierno bonaerense, cuando se estimaba una inflación del 15% y que ahora podría superar ampliamente el 45%.

Por su parte, el intendente de Tigre (Frente Renovador), decidió el pago de un bono extraordinario de $ 2.000 por segundo mes consecutivo. En Colón, en tanto, el intendente Ricardo Casi (peronismo), anunció que dará una suma de $ 4.000, mientras que se alcanzó un 35% de incremento de marzo a marzo cuando se volverán a reunir las partes para discutir paritarias.