Aunque muchos de esos dirigentes vienen militando desde hace tiempo, el tiempo electoral que pasó fue determinante para la emergencia de las nuevas caras del oficialismo: sobre ese desempeño puso la lupa el equipo político de María Eugenia Vidal, donde ya existe una lista de referentes seccionales que quedaron potenciados.  

Uno de los que destacan es Fernando Rovello, el dirigente detrás de un triunfo que pocos pronosticaban a principios de año: el de Cambiemos en Pehuajó. Se trató de una victoria con alto valor simbólico para el oficialismo, porque afectó al intendente Pablo Zurro, un kirchnerista duro que ahora perdió su aire de imbatibilidad electoral. 

Aunque el candidato local fue Claudio Fadón, el complejo zurcido de la coalición oficialista estuvo a cargo de Rovello. En altos despachos de La Plata dicen que el pehuajense –que responde a Daniel Angelici- tiene desde ahora proyección e influencia en toda la cuarta sección, clave para el control del interior.