En el marco del aislamiento obligatorio, una de las consecuencias lógicas es la disminución de la demanda de combustible y el impacto económico ya comienza a sentirse en las estaciones de servicio.

Fue el propio CEO de YPF, Daniel González, quien manifestó que la demanda de naftas "está 70% abajo" de lo que venía despachando la empresa durante los días anteriores a la cuarentena. También disminuyó la venta de gasoil, en un 50%, y el combustible para aviación, en un 90%.

Por su parte la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), asegura que la venta de combustibles decayó en un 80 por ciento. 

Gabriel Bornoroni, Presidente de CECHA, aseguró que se sienten “entusiasmados porque la gente entendió que el combustible se usa exclusivamente si es necesario”. Sin embargo, se mostró preocupado por el impacto económico y aclaró que van “a elaborar un plan para acercarle al gobierno para salir de esta crisis y poder pagar los sueldos”.

En el caso de YPF, González advirtió que frente a la baja significativa de la comercialización a nivel nacional,se ven obligados a “exportar producto y petróleo, a precio bajo, por lo cual nuestros ingresos van a ser afectados negativamente".

Y aunque trató de llevar tranquilidad, el CEO de la empresa petrolera adelantó que si bien “la compañía está bien” y tienen “la caja para asegurar las operaciones, se vienen tiempos dificilísimos".